En la zona cristiana, se vivía de la agricultura y de la ganadería. Todo estaba organizado.
De Noviembre a enero, según la zona era la matanza; en mayo, se recogían algunas verduras y legumbres, se podían coger algunos frutos y se podía empezar a pescar algunas especies de río, como la trucha. En el verano, se cosechaba el cereal y se iba uno a sorprender a los moros. La tierra era muy mala, y después de todos los repartos a veces quedaba muy poco para el villano. Hubo épocas de muchas hambres.
Para guisar, se usaba manteca de cerdo, pues el aceite de oliva, era más bien usado en la Iglesia.
Se hacían sopas y potajes, el pan se hacía en horno de leña y el que lo llevaba al panadero, rescataba una parte hecho pan, pues el panadero, se quedaba con un puñado o "poya" de masa, para hacer sus pasteles. Esta costumbre, ha existido hasta el primer medio siglo del siglo XX, en algunos pueblos de Castilla y León, que yo conozca.
La sopa se bebía, sin cuchara.
Los nobles, ponían sus tablones de mesa, con manteles, copas, cuencos con huevos cocido, quesos, fruta, se toma carne. A veces la carne no está cortada y cada uno la corta de la pieza.
Se come con tres dedos de la mano derecha, pues la izquierda se usa para limpiarse el culo.
Se toma un vino tinto de la región, caliente, pues piensan que frío es malo
Los villanos, hacen caza furtiva, pues los animales son de su señor, y si les cogen, les cortan las orejas o las narices. Difícil época para vivir. Comen gachas y tortas de harina de centeno, avena o mijo. Toman potajes de legumbres con hierbas del campo. Como carne, para no ser castigados, comen perros, gatos, erizos, algún conejo asustado, y todo lo que vuele cerca: perdices, golondrinas, grajos,...lagartos y culebras. A buen hambre...
La Iglesia para facilitar las cosas, impuso el ayuno toda la Cuaresma. Sólo se podía comer a unas horas, (a que me recuerda esto?) y la abstinencia que prohibia comer carne, huevos y leche, e impedia tener relaciones sexuales, los miércoles, viernes, sábados y vísperas de fiesta. Pero en Carnaval, se podía beber, comer y hacer el amor, sin control.
Dicen que en Portugal tiraban al río cerdos y corderos y luego los pescaban y se lo comían, diciendo que lo que se pesca no es carne. Vaya personal.
Hasta que se inventó la Bula. La Iglesia siempre buscando como sacarte los cuartos, inventó este Documento, que se compraba todos los años y solo tenías que hacer ayuno y abstinencia en la Cuaresma. Este tema duró hasta bien entrado el siglo XX.
La Cocina cuaresmal puso de moda el bacalao, y los potajes.
Los Conventos y Monasterios hicieron mucho por la Gastronomía, pues no solo fue sus dulces lo que pregonaron, algunos también tenían pesquerías o piscifactorías y comían bien de carne de donaciones del pueblo. El vino también apareció de su mano, y algunos licores.
Para evitar abusos se quiere organizar, la alimentación máxima de los banquetes y en algunos casos incluso, dicen que después de comer en exceso, tienes que fornicar.
El Marqués de Villena, hace una relación de carnes para distintos usos: La de hombre, para las fracturas, la del perro, para los dientes, la de milano para la sarna, la de cigarra para la sed. Decían que si estuviese cercados en un Castillo, el padre podía comerse a su hijo sin pecar. Y en tiempos de hambre los bandoleros europeos, cogían cautivos y vendían la carne en el mercado, como de caza mayor.
Los pobres comen muchas sopas de pan (sopa castellana?) , muchos potajes, migas y gachas. No podían comprar carne era muy cara. Solo algo de cerdo, si podían críar alguno y queso, si podían criar cabras. Usaban especias para disimular el mal sabor de la carne descompuesta.
Ni que decir tiene, que todas las comidas se fueron enriqueciendo con los territorios vecinos, tanto de especias como de platos diversos.
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