sábado, 30 de julio de 2016

El Mayor Ladrón de España

Mucho cuidado con lo que pensáis.
El Mayor ladrón de España, fue el Duque de Lerma, valido del Rey Felipe III.
Cantaban de él en una coplilla, que "para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se viste de colorado". Una salida eclesiástica muy socorrida en la época.
Pero veamos que pasó.
El procedía de una familia con cierto linaje, pero sin un duro. Se llamaba Francisco de Sandoval y Rojas. Nació en Tordesillas en 1553 y murió en Valladolid en 1625. Fue valido del Rey Felipe III.
Su abuelo fue San Francisco de Borja, antes de ser eclesiástico y en su familia, hubo muchos que ejercieron el Cargo de Adelantado de Castilla.

A los 13 años entró al servicio de Felipe II, como merino del príncipe Felipe. Tras la muerte de su padre, se hizo con el control de su casa y se casó con la hija del Duque de Medinaceli. Llegó a ser nombrado "gentilhombre de la cámara del príncipe. ". 

Viendo Felipe II, la perniciosa influencia que ejercía en su hijo, le nombró Virrey de Valencia y le alejó del Palacio. Pero como el futuro Felipe III y él se llevaban muy bien, en cuanto subió al trono el príncipe Felipe, le mandó llamar. Y le nombró sumiller de corps y caballerizo real. Desde este puesto, controló todos los accesos al Rey y será un intermediario entre el Rey y los Consejos.

Empezó a introducir en la Corte en los puestos más deseados a familiares, amigos, y gente de su confianza. Recibe importantes regalos del Rey, y se hace con el control de muchas ciudades con voto en las Cortes.

La Corte se convierte en un mercado de compra-venta de favores y de sobornos.

Se hizo inmensamente rico con tanto tejemaneje, con la corrupción y venta de cargos públicos.
Ya le iba el tema inmobiliario y empezó a comprar inmuebles y palacios en Valladolid. Seis meses después, trasladó la Corte a esta ciudad, poniendo como excusa que era para alejarse de los que no le querían. A su llegada, alquiló a los nobles sus casas y palacios y al mismo Rey, le vendió un Palacio y la Huerta de la Ribera. Ya estaba inventada la especulación.

Una vez en Valladolid, comenzó de nuevo su compra de inmuebles en Madrid y cinco años después volvió a trasladar la Corte a la villa del oso y el madroño.

En 1599 Felipe III le nombra Duque de Lerma. Y el engrandece la ciudad con grandes reformas.
Controló la vida política española, pues con el sello real, el firmó la Expulsión de los Moriscos y la Tregua con los Países Bajos.

Pero la Reina estaba harta de este Señor y promovió una investigación de sus finanzas, y empezaron a caer muchos colaboradores suyos. El principal, fue ajusticiado en la Plaza Mayor de Madrid en 1621.

Y viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, pidió a Roma ser nombrado Cardenal, cosa que le fue concedida en 1618. Por lo tanto, intocable por la Ley. Y tiene que abandonar sus cargos en la Corte. Se retiró a Lerma. 

El Rey siguiente, Felipe IV le enjuicia en 1622, y morirá solo y arruinado en 1625.

Como nota curiosa, tuvo un hijo y una hija. El Hijo le sustituyó como valido de Felipe III, el Duque de Uceda.
Y una nieta por parte de su hija se convirtió en Reina de Portugal.


jueves, 28 de julio de 2016

Nuestra Historia, desde el exterior

Hace un tiempo, hablamos de la Batalla de las Navas de Tolosa. Alfonso VIII era el Rey de Castilla.

Pues bien, este verano, he visitado la villa de Rocamadour, en Francia. Es una villa imposible. Edificada entre rocas, encima de la villa medieval, los santuarios y encima de los Santuarios El Castillo.


No se sabe muy bien cuando comenzó la vida en este singular pueblo, pero Los Milagros de Nuestra Señora empiezan a conocerse en todas partes.
Desde 1147, se registran santos y Reyes peregrinando a este lugar. Según la Historia de Rocamadour, el mismísimo Rey Alfonso VIII de Castilla, peregrina hasta aquí en 1181 y le ofrece a la Gloriosa Madona dos pueblos: Hornillos y Orbanella. Ambos en el Camino de Santiago. Sin ningún fundamento por mi parte,puedo pensar que uno sea Hornillos del Camino en la Provincia de Burgos, pero del otro no he podido encontrar nada.

Asimismo en la Historia de Castilla, no he encontrado nada alusivo a este tema.

Pero según los franceses en la Batalla de las Navas de Tolosa, la Virgen le encargó a un sacristán francés que llevara el estandarte de Nuestra Señora de Rocamadour, y se lo diera al "pequeño Rey de España". Cuando estaba la batalla en un mal momento, lo desplegaron ante los ojos de todos los guerreros. Y dice que cuando lo vieron los cristianos, enseguida les entró valor e hicieron huir al emir y a sus tropas.

Qué cosas. Un estandarte, que la mayoría no conocía, venido según ellos de un lugar francés, revolucionó y dio la victoria al Rey de Castilla, llamado por ellos el Rey Pequeño. En ese estandarte, según ellos iba el signo que Alfonso VIII llevaba en su estandarte.

Y aquí no sabíamos nada de esto.