Estudiemos, antes la situación. Los árabes que cruzaron a la península en primer lugar e incluso en sucesivas oleadas, venían unas veces del desierto y otras del norte. Los que venían del desierto o zonas desérticas, tenían un menú muy restringido: conejos, algún ave asada, dátiles de algún oasis. Los que venían de la zona norte, ya tenían más variedad.
Cuando entraron en la península, tomaban gachas de cereal y carne asada. Prohibieron el consumo de carne de cerdo y sus derivados, y fue declarado animal impuro. También se prohibió el vino. Es lo que tiene mezclar la Religión y la Política.
Los hispanogodos que quedaron en los territorios del sur, al principio, al menos, no prescindieron del vino ni del cerdo, que lo tomaban a escondidas. E incluso, como en toda dominación larga, los musulmanes le daban al tintorro, y las clases acomodadas, como siempre tenían más posibilidades. Ya sabéis que los árabes, venían en oleadas y algunas de esas huestes se escandalizaban de que en estas lides, los moros, bebieran "como los cristianos". Este hecho se produjo más a menudo, al independizarse de Bagdad.
La añoranza del churrasco, diría yo.
Y como pasa en este país, siempre se busca la trampa, así que para no pecar, los bodegueros era mozárabes.
Cuando venía una tribu más estricta, lo volvía a prohibir y ponían "cuotas" de uva, para que nadie las pudiera usar para hacer vino, solo para postre.
Los campesinos tomaban hidromiel, arrope, a base de mosto, hoy día es muy famoso el que hacen en Castilla-La Mancha, y otros licores de frutas. También tomaban Horchata de Avena y Almendra, y Agua de Azahar.
El vino, en ocasiones, se disfrazaba como jugo de uvas, y aseguraban, que el Corán no lo prohibía claramente, (el jugo). Se fabricaba vinagre de pepino, de limón, de manzana...
Insisto, en que cuando los árabes llegaron a España, acostumbrados a comer poca variedad y frugalmente, se encontraron un país con una abundancia enorme de alimentos, y aunque había diferencias entre pobres y ricos, llegó a haber una alta gastronomía.
Organizaron el orden de los platos y también como poner la mesa, sugiriendo que el vino fuera en copas redondeadas de cristal. Usaban poca sal, y mucha miel, carne picada con especies, y el ajoblanco con huevos cocidos.
Las casas eran muy pequeñas y algunos musulmanes comían en la calle. Los que lo hacían en casa, no practicaban la comida en familia. Primero comía el padre y se tomaba los mejores bocados. Tomaban sopa en cuencos y trozos de carne. Después del padre, comían los hijos varones y de lo que quedaba comían las mujeres e hijas.
Los que tomaban comida en la calle, solían comer, sopa, cabezas de cordero asadas, vísceras, tripas, carne de 2ª clase, albóndigas, salchichas de cordero,pescaíto frito, tortas de queso...
También se tomaba, atún, fresco, en conserva o en salazón, pecadilla, merluza, peces de río, pasteles de pescado, leche de cabra y camella, porque la de oveja y vaca se consideraban menos sanas, frutas variadas, turrones y dulces.
Usaban también aceite.
Nada que ver con la comida del desierto.
Los garbanzos de consideraban fornicadores y eso que no los tomaban cocidos, pensaban eso porque producían ventosidades y también semen, pues eran afrodisíacos. Tampoco se permitía comer trufas cerca de las mezquitas, pues eran un alimento pecaminoso por afrodisíaco.
En los últimos años previos a la Conquista de Granada, los mercaderes comen "mechoui", un cordero asado a la brasa y los artesanos comen "sajina" es un potaje de verduras variadas espesado con harina, o puré de legumbres, estofados de carne o grasa y arroz coloreado con cúrcuma, en vez de con azafrán. Los postres también son variados: el alajú de miel y pasta de almendras, el alfajor, el mazapán o los higos, todos ellos reconocibles aún hoy día.
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