martes, 24 de diciembre de 2013

Los problemas para comer de los Reyes en el Siglo de Oro

Primero se extendía una alfombra en la habitación que comería el Rey.
Luego se ponía la mesa bajo un dosel, otras mesitas como aparador y la silla del Monarca
Después iban saliendo funcionarios, poniendo el pan,, las copas, las jarras, las salvas, etc
A la hora señalada salía el Rey de su habitación  y el ujier golpeaba con el bastón de mando la puerta de la sala y decía ¡ A la vianda, caballeros!
Los oficiales iban a la cocina, escoltados por la guardia.
El semanero, se lavaba las manos, desenvolvía la servilleta en la que estaba puesto el pan, y tomándola por dos puntas, se la ponía al cuello. 
Cortaba el pan y se lo ponía a su Majestad a la derecha junto con el salero, los palillos,  y encima la servilleta.
El copero tomaba las fuentes para que el Rey se lavara las manos y el panetier llevaba una servilleta, que e la pasaba al mayordomo mayor y este al Rey para que se secara las manos. A todo esto el Rey estaba de pi, y el aposentador, con una rodilla en el suelo sujetaba la silla en la que se sentaría el Rey.
Una vez sentado el Rey tenía dos personas cerca. El que le echaba vino, a una seña suya y el semanero.
Que quería el Rey vino...
Seguía este protocolo:

  • El copero tomaba la copa del aparador.
  • Allí la tenía tapada y dispuesta el sumiller de la cava
  • Se la enseñaba primero al médico de la semana
  • Se la llevaba al Rey escoltado por los maceros y el ujier der la sala.
  • Se la servía con una mano y con la otra tenía una salva debajo de la copa, para que no se cayera ninguna gota y a la vez con una rodilla en tierra.
  • Una vez bebida, le daba una servilleta al Rey para que simpiara los labios y se volvía a depositar la copa en el aparador con la misma parafernalia que para traerla.
  • Se repetía la hisytoria cada vez que quería vino
Una vez que había comido. Se levantaba el Rey. Se quitaban los manteles y se rezaba una oración. 
El trinchante le quitaba las migas que le hubieran caído en el vestido.
El semanero le acompañaba a la Cámara y el resto sucedía en orden inverso al expuesto al principio.


¡ Qué horror !

___________________________
FUENTES CONSULTADAS:José Deleito y Piñuela.-El Rey se divierte. Espasa Calpe. Madrid 1935.

No hay comentarios:

Publicar un comentario