martes, 17 de diciembre de 2013

Leones y Cazadores

Retomemos la historia anterior.

HISTORIA A

Estábamos mi pareja y yo, (son los leones), sentados tranquilamente, comiendo nuestra hierba favorita a la orilla del río y cuando iba a declararme, salieron entre los árboles dos hombres, dos tipos raros con unas cosas en las manos dirigiéndolas hacia nosotros. Empezó a salir fuego hacia nosotros y tuvimos que salir corriendo. Ella se quedaba atrás y me volví a ayudarla a correr más deprisa. Cuando llegué estaba en el suelo, inmóvil, llena de sangre. La lamí en la cara y no fue capaz de responderme. Esas bestias venían también por mí y tuve que salir por patas. Luego volveré por ella, pensé.


HISTORIA B

Paul y Robert, se internaron en la selva. Llevaban sus rifles nuevos con mira telescópica, guiados por láser y no sé cuántas cosas más carísimas, cuando Paul detuvo a su compañero silenciosamente levantando la mano y luego señalando hacia el río. Allí había una pareja de feroces leones. Despacio se fueron acercando sin hacer ruido pues si hubieran sido descubiertos, Dios (qué pinta  Dios aquí) sabe que sangriento ataque habrían tenido.
Se pusieron de acuerdo para disparar y los leones salieron huyendo, pero tuvieron la suerte de matar a la leona. El león desapareció entre la espesura. Se acercaron a la leona. Un bonito ejemplar y por suerte la piel estaba intacta. (Lo demás les importaba una m....) . La cargaron y se la llevaron rápidamente, porque seguro que el león volvería.

Esta es la misma historia desde dos puntos de vista.

Es una historia simple.

Ya pensaremos en una más compleja referida a una batalla por ejemplo.

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