viernes, 17 de enero de 2014

Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho

Le dijo D. Quijote a su fiel escudero. Y es que, aunque hace varios siglos que D. Miguel de Cervantes escribió esta frase en su magnífica obra, sigue totalmente de actualidad.

Según el pensamiento moderno occidental, los poderes religiosos deben estar separados de los políticos, sin embargo, con anterioridad no ha sido así.

La Iglesia, se entiende Cristiana o Católica, estaba por encima de todo. Hoy en los países occidentales, es un poder que se tiene más o menos en cuenta pero que no forma parte de la Política.

Bajo mi punto de vista, los fanáticos musulmanes, cuya religión sigue formando parte de la Política de sus países, desean que esta situación siga así.

Por ejemplo, en la vida occidental, puede haber una ley que vaya claramente en contra de la Iglesia Católica por ejemplo. Pero se supone que el individuo es libre de hacer o no hacer, y el católico es el que no debería hacerlo si su Religión lo prohibe, (aborto, divorcio...), pero se tiene en cuenta que en el país viven más personas que pueden no seguir las ideas cristianas.

En un país musulmán o fundamentalista, no. No se aprueba una ley, si va contra los mandatos del Corán. Y los habitantes no tienen esa libertad de elegir.
Esta era la situación también antes del siglo XVIII en la mayoría de los países de Europa.

De todas formas como los partidos están formados por personas, depende del signo que sea el susodicho partido, pueden aprobar o reprobar leyes que limiten estos derechos sin tener en cuenta que en su propio partido puede haber contradicciones, ya que no es obligatorio ser católico para estar afiliado.

De este tema hablaremos varias veces pues ha habido demasiadas cosas durante toda la historia mundial.

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