jueves, 23 de febrero de 2017

Cervantes, el Manco de Lepanto, que no quedó manco en Lepanto

Ya sabéis que la Historia, muchas veces es tergiversada, con una u otra intención. Debía dar más "pote" decir que era Manco, que decir que era Tullido.

Vamos a partir de la vida de Cervantes, que cambió drásticamente cuando su abuelo abandonó a su madre junto con sus hermanos, así que su padre tuvo que ponerse a trabajar como barbero para poder aportar algo de dinero en su casa. Pero la exigua paga no daba para muchos gastos y al final su padre tuvo que irse de Alcalá por sus impagos y se afincó en Córdoba. Allí estudió Cervantes. Tres años después toda la familia se trasladó a Sevilla. Siempre buscando mejorara, diez años después se trasladaron todos a Madrid. 

Un pintor de la corte de Felipe II, Antonio Segura se enzarzó en una pelea callejera con Miguel de Cervantes, y acabó en un duelo entre ambos. Cervantes le hiere gravemente y es condenado a diez años de destierro y a que le amputen la mano derecha, pero él, ya no está en España, pues había huído a Italia para librarse del castigo. Esto sucedió en 1569.

En 1570 se puso al servicio del que luego sería el Cardenal Acquaviva, le siguió por Palermo, Florencia, Venecia, Y otras ciudades italianas, se enroló de soldado y embarcó en la Galera Marquesa, participó en la Batalla de Lepanto, dirigiendo la Armada Cristiana, Don Juan de Austria, hermanastro del Rey.

Allí luchó contra los turcos recibiendo varias heridas en su brazo izquierdo que inutilizaron su brazo. Pero no se lo tuvieron que cortar, por lo tanto NO QUEDÓ MANCO. Sólo quedó tullido, de ese brazo. Estuvo seis meses en un hospital, y siguió con su vida militar. 

Por su actitud en la Batalla le dieron cartas de recomendación para Felipe II, para nombrarle Capitán. Después de una tormenta, se extraviaron las naves y fueron apresados por piratas berberiscos a la altura de Palamós.

Esas cartas fueron entendidas por los piratas como que eran hombres importantes y pidieron un gran rescate. Intentó fugarse 4 veces, pero no le castigaron pues pensaba que era un hombre principal. Su madre consiguió juntar el dinero, para el rescate.

Faltaba aún dinero, pero los padres trinitarios hicieron una colecta y consiguieron que volviera a España. Llegó a Denia y de allí fue a Valencia.

Más tarde se acercó a Portugal, pues estaba allí la corte, para pedir un puesto pues tenía muchas deudas por su rescate. Renunció a la Carrera Militar y trató de conseguir sin resultado un puesto en las Indias.

Poco tiempo después se casó con Catalina de Salazar, en Esquivias (Toledo). Y allí en el pueblo de su mujer fijó su Residencia, pero él venía a Madrid muy a menudo. En 1587 fue nombrado Comisario Real de Abastos, y su trabajo era recaudar especies para la Armada Invencible, pero su excesivo celo en recaudar, le hizo enfrentarse con la Iglesia en Écija, y fue excomulgado. Y más tarde fue encarcelado acusado de haberse quedado con trigo.

Pero su sino no le acompañaba, fue nombrado Recaudador de Impuestos pero quebró el banquero y fue 5 meses a prisión en Sevilla. 

Cervantes falleció en Madrid de diabetes. Quiso que le enterraran en el Convento de los Trinitarios que le habían ayudado a salir de las manos de los piratas


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