domingo, 28 de septiembre de 2014

EL JUEGO DE LA OCA no es un un juego de niños

Todos conocemos este juego de mesa, un tablero con 63 casillas en las que aparecen siempre unas figuras que se repiten.
Dicen que el primer juego apareció por el siglo XVI, como tal.
Todos los juegos tienen en común:

  1. Las ocas. Cuando caes dices "de oca a oca y tiro porque me toca". En otros juegos, miras el pico y vas en la dirección del pico, pero yo no conozco esta versión.
  2. El puente: Hay dos. Si caes dices: "De puente a puente y tiro para que me lleve la corriente" y unas veces te lleva hacia adelante y otras retrocedes.
  3. La posada. Si caes, estás dos veces sin jugar.
  4. El pozo. Si caes, estás dos veces sin tirar.
  5. Los dados. Si caes dices "De dado a dado y tiro porque me ha tocado, y avanzas o retrocedes.
  6. El laberinto. Si caes sueles retroceder diez o doce casillas
  7. La cárcel. Suele estar en la casilla 52 y se pierden 3 turnos. Otros juegan diciendo que sales si cae otro.
  8. La calavera. Si caes, vuelves a empezar
  9. La última casilla. Suele tener 63. Y tienes que entrar con los puntos exactos.
Estas son las normas del juego que todos conocemos, aparentemente inocente.
Unos dicen que lo inventaron los griegos, otros los Medici, y la que nos trae más enigmas, que lo crearon los templarios en el siglo XII, inspirados en el Camino de Santiago.

Y es que este juego, no es para niños. En sus casillas hay enigmas y significados ocultos.

Para los pueblos celtas, La Oca, y sobre todo la huella que deja su pata al andar, tenía un significado especial. Parece un tridente. 

Los primeros peregrinos a Santiago encuentran que la gente que vive cerca del camino, hablan de un Camino de las Ocas o de las Estrellas.  Y se llega por un laberinto necesario de recorrer para renovarse por dentro.

Cómo estas creencias son difíciles de erradicar, los Monasterios que se instalan por allí, lo que hacen es incorporar esas antiguas costumbres al Cristianismo.

Aquellos antiguos símbolos como la estrella, la concha o la pata de oca, se incorporan a la peregrinación cristiana.

Y ahora un poco de imaginación. Dos patas de oca, superpuestas invertidas, dan como resultado la X, que es el nombre de Cristo.

Veis que manera de sacar de contexto, el jueguecito?
Pues ya podéis pensar, que si los templarios, dicen que andan metidos en el ajo, seguro que tenemos tema interesante a la vista.

Ya veréis. 

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