miércoles, 30 de octubre de 2024

María Teresa de Silva, XIII Duquesa de Alba

  María Teresa de Silva, conocida como la XIII Duquesa de Alba, fue una figura destacada en la nobleza española y una mujer que dejó una huella imborrable en la historia de su país.

Nacida en Madrid, en el Palacio Familiar de la Calle Duque de Alba, el 10 de junio de 1762, María Teresa era hija de Francisco de Paula de Silva y Álvarez de Toledo, y de María del Pilar Ana de Silva y Sarmiento de Sotomayor. Su infancia estuvo marcada por la tristeza y la dureza, principalmente debido al desapego de sus padres.
A la temprana edad de ocho años, María Teresa se convirtió en la futura heredera de todos los títulos de nobleza y propiedades de su padre tras su muerte en abril de 1770. En 1776, tras la muerte de su abuelo Fernando de Silva, se convirtió en la XIII Duquesa de Alba, asumiendo la jefatura de la Casa de Alba y todos los títulos inherentes. Empezaron a construir el Palacio de Buenavista, en Cibeles, luego Ministerio del Ejército.
María Teresa se casó con José María Álvarez de Toledo, XI marqués de Villafranca del Bierzo y XV duque de Medina Sidonia. A pesar de su matrimonio, María Teresa no era feliz y volvió a sus tradicionales escapadas por las calles de Madrid.
Fue una mujer ilustrada, caritativa y amante de las artes. Mantuvo una sonada rivalidad con la reina María Luisa de Parma. Su vida, envuelta en leyendas que siguen siendo motivo de discusión, escandalizó a la aristocracia de la época y fue fuente de inspiración para artistas. La Reina, junto con Godoy, no se llevaban bien con la Duquesa y no fue por Política, sino porque un enemigo de los primeros estuvo cortejando a la de Alba. El 5 de septiembre de 1800, Godoy escribe una carta a los reyes, diciendo que la de Alba, no debía existir. No se sabe muy bien si fue cierto el idilio entre la Duquesa y el Pintor Goya. En 1786, fue invitado por los Duques a pasar unos días en su Residencia de Piedrahita, (Ávila), donde ejecutó varios cartones. Los retratos los empezó a ejecutar en 1795. Y en Sanlúcar de Barrameda, en 1797, la duquesa que había enviudado recientemente, es pintada por Goya, con su retrato de negros en el que aparece ella con el fajín de su marido, por lo que se cree que no hubo nada entre ella y el pintor.
María Teresa de Silva falleció el 23 de julio de 1802 en el Palacio de Buenavista, Madrid. Siendo la la persona que más títulos de nobleza ostentó en la España de principios del siglo xix. De la Casa de Alba recibió treinta y un títulos, a los que posteriormente sumó veinticinco más, provenientes estos últimos de la Casa de Medina Sidonia. En total la aristócrata ostentó cincuenta y seis títulos nobiliarios.
Los cuadros de la Maja, vestida y desnuda, aparecieron en casa de Godoy en 1803, después de fallecer la Duquesa. También apareció La Venus del Espejo. Lo que hizo pensar que era de La Duquesa. Cuando exhumaron los restos de la Duquesa para ver si su muerte había sido natural, realizaron también un estudio antropométrico para ver si se correspondía con La Maja, pero en 1975 se afirmó que era imposible pues la Duquesa tenía escoliosis. Sin embargo se identificaba a Las Majas con Pepita Tudó, amante primero y esposa después de Manuel Godoy. Por esa razón podía ser que los cuadros los tuviese. Godoy.
Murió La Duquesa de una meningo-encefalitis, en su casa de la calle Barquillo. Recibió sepultura en la Iglesia de los Jesuitas de la Calle Noviciado y la cámara estuvo decorada con pinturas de Goya. Cuando echaron a los Jesuitas, a ella la trasladaron al Cementerio de San Isidro, dónde aún está.
Dato curioso: Su nombre completo era María del Pilar Teresa Cayetana Manuela Margarita Leonor Sebastiana Bárbara Ana Joaquina Josefa Francisca de Paula Javiera de Asís de Borja y de Sales Andrea Abelina Sinforosa Benita Bernarda Petronila de Alcántara Dominga Micaela Rafaela Gabriela Venancia Antonia Fernanda Bibiana Vicenta Catalina de Silva Álvarez de Toledo y Silva-Bazán.
La llamaron Teresa, para agradecer a la Santa de Ávila su protección durante el alumbramiento.

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